Una de mis instantáneas favoritas de esta Cuaresma. En la tarde del Viernes de Pasión la Hermandad del Santo Sepulcro lleva a cabo la Veneración al Cristo Yacente. Colocado en un túmulo en el crucero de la iglesia de San Pedro Apóstol, los cofrades vestidos con el hábito penitencial hacen guardia ante el cuerpo sin vida del Redentor. La Virgen de los Dolores está presente en su altar de cultos.
Por la fecha en que se realiza, en la antesala de la Semana Santa, con varias cofradías celebrando cultos internos y externos, este acto sencillo y a la vez impresionante pasa casi desapercibido para la Almería cofrade. Lástima, pues se trata de una magnífica ocasión para meditar ante Jesús, para rezar, para reflexionar sin prisas, sin mirar el reloj. Un momento para recordar que... SÓLO DIOS BASTA.
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