de la Caridad en su Traslado al Sepulcro. Obra
de Juan M. Miñarro López (Sevilla, 2007).
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo:- «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.»Pero el Señor le contestó:- «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.»Lc 10, 38-42
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