Triste imagen de una Semana Santa que se nos fue. Plaza de la Catedral, madrugada de Viernes Santo, entre las 00:30 y las 01:00 horas. El suelo mojado y llueve de forma intermitente. Es la misma lluvia que ha obligado al Encuentro a refugiarse en Santa Teresa y el Gran Hotel, regresando finalmente a San Antonio de Padua. La misma que hizo a Angustias desistir de su intento de salir del Cuartel de la Misericordia. La hermana lluvia que suspendió la estación de penitencia del Silencio. A esta hora nada anima a pensar que el Vía Crucis del Cristo de la Escucha podrá realizarse con normalidad, y oscuros presagios sumen en el desánimo a los cofrades del Santo Sepulcro y la Soledad.
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